Las poblaciones de países de altos ingresos están envejeciendo, lo cual crea una escasez de trabajadores inevitable mientras que en los países de bajos ingresos las poblaciones en edad de trabajar están aumentando. LaMP trabaja con los gobiernos en países de destino y de origen para crear programas de movilidad o migración laboral seguros, eficientes, y bien regulados que ayuden a abordar este problema. 

Una movilidad laboral bien regulada puede ayudar a los gobiernos a mitigar los efectos de los cambios demográficos. 

Los gobiernos de países de altos ingresos se enfrentan a una crisis demográfica histórica que les deja con pocos trabajadores para sostener sus economías. Los ciudadanos de estos países ya han empezado a sufrir las consecuencias de esta escasez de trabajadores, con tiempos de transporte más largos, servicios de menor calidad en los restaurantes, retrasos en la construcción de viviendas y apoyo limitado para el cuidado de niños y adultos mayores. Esta situación solo empeorará a medida que estas sociedades sigan envejeciendo, poniendo en riesgo los sistemas de pensiones y bienestar social.  

Al mismo tiempo, los gobiernos de países de bajos ingresos están preocupados por cómo generar más y mejores puestos de trabajo para su población creciente de jóvenes. Una movilidad laboral segura y eficaz puede resolver todos estos retos.  

LaMP coordina con los gobiernos de países de origen y de destino en todo el mundo para lograr la puesta en marcha de programas de movilidad laboral con potencial de crecimiento y sostenibles. Con nuestro expertise internacional sobre las mejores prácticas de movilidad laboral, obtenida a través de nuestro trabajo con un amplio abanico de actores, desde empleadores y reclutadores hasta trabajadores, desarrollamos soluciones pragmáticas que facilitan el establecimiento de sistemas de movilidad laboral de calidad en diversos contextos y sectores.