Una movilidad laboral que aporte valor a los trabajadores, las empresas y las economías requiere más y mejores vías legales para conectar a los trabajadores con empleos que respeten sus derechos. LaMP trabaja para ayudar a diseñar, ampliar y reforzar estas vías de movilidad bien reguladas.

Las políticas migratorias tradicionales de los países desarrollados han excluido a trabajadores que podrían satisfacer necesidades laborales críticas porque están orientadas al asentamiento de población, la reunificación familiar o umbrales de cualificación no vinculados a las necesidades del mercado laboral. LaMP adopta un enfoque ocupacional para crear o mejorar los itinerarios de movilidad, basándose en las necesidades de las industrias empleadoras de los países de renta alta. Identificamos formas de satisfacer esas necesidades mediante programas bien regulados que protejan a los trabajadores (y garanticen flujos ordenados entre los países de origen y de destino).

Este proceso incluye el diagnóstico de retos y oportunidades en sectores que se enfrentan a una escasez crítica de mano de obra -como el de la atención a ancianos o el de la hostelería, muy afectados por la pandemia del Covid-19-; la aplicación de soluciones prácticas a las limitaciones dentro de los marcos políticos actuales; y la creación de una coalición de actores que representen a empleadores, trabajadores, gobiernos e industria de la contratación para desarrollar y apoyar soluciones políticas pragmáticas cuando sea necesario crear vías legales nuevas o más amplias.

A lo largo del camino, LaMP evalúa y aplica las lecciones aprendidas de los modelos emergentes de movilidad ocupacional, incluida la contratación implementada por el gobierno, las asociaciones globales de competencias y una serie de programas piloto que crean visados plurianuales y permanentes para trabajadores en ocupaciones clave.